Objetivos de Desarrollo Sostenible
¿Qué son los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un llamamiento universal a la
acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las
perspectivas de las personas en todo el mundo. En 2015, todos los Estados Miembros
de las Naciones Unidas aprobaron estos objetivos, que se recopilaron en la Agenda
2030 para el Desarrollo Sostenible, en la que se establece un plan para alcanzar los
Objetivos en 15 años.
ODS 3- Salud y bienestar
Garantizar una vida sana y promover el bienestar en todas las edades es esencial
para el desarrollo sostenible.
Actualmente, el mundo se enfrenta a una crisis sanitaria mundial sin
precedentes; la COVID-19. Este virus está desestabilizando la economía mundial y
cambiando drásticamente las vidas de las personas en todo el mundo.
Antes de la pandemia, se consiguieron grandes avances en la mejora de la salud
de millones de personas. Estos grandes avances se alcanzaron al aumentar la
esperanza de vida y reducir algunas de las causas de muerte comunes asociadas con
la mortalidad infantil y materna. Sin embargo, se necesitan más esfuerzos para
erradicar por completo una gran variedad de enfermedades y abordar un gran
número de problemas de salud, tanto constantes como emergentes. A través de una
financiación más eficiente de los sistemas sanitarios, un mayor saneamiento e
higiene, y un mayor acceso al personal médico, se podrán conseguir avances
significativos a la hora de ayudar a salvar las vidas de millones de personas.
AVANCES EN LA SALUD:
Salud infantil
Cada día mueren 17.000 niños menos que en 1990
Desde 2000, las vacunas contra el sarampión han evitado casi 15,6 millones de
muertes.
Salud materna
La mortalidad materna ha disminuido en un 37% desde 2000.
Más mujeres están recibiendo atención prenatal. En las regiones en desarrollo, la
atención prenatal aumentó del 65% en 1990 al 83% en 2012.
VIH/SIDA, malaria y otras enfermedades
En 2017, 36,9 millones de personas vivían con el VIH.
En 2017, 21.7 millones de personas tuvieron acceso a terapia antirretrovírica.
Entre 2000 y 2015 se evitaron más de 6,2 millones de muertes por malaria,
principalmente de niños menores de cinco años en el África subsahariana. La tasa
global de incidencia de la malaria ha disminuido en un 37% y las tasas de
mortalidad en un 58%.
ODS 5- Igualdad de género
La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es
uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y
sostenible.
Se han conseguido algunos avances durante las últimas décadas: más niñas están
escolarizadas, y se obliga a menos niñas al matrimonio precoz; hay más mujeres con
cargos en parlamentos y en posiciones de liderazgo, y las leyes se están reformando
para fomentar la igualdad de género. A pesar de estos logros, todavía existen
muchas dificultades: las leyes y las normas sociales discriminatorias continúan
siendo generalizadas, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas a todos los
niveles de liderazgo político, y 1 de cada 5 mujeres y niñas de entre 15 y 49 años
afirma haber sufrido violencia sexual o física a manos de una pareja íntima en un
período de 12 meses. Sin embargo, en 49 países no existen leyes que protejan
específicamente a las mujeres contra tal violencia.
El brote de coronavirus agrava las desigualdades existentes para las mujeres y
niñas a nivel mundial; desde la salud y la economía, hasta la seguridad y la
protección social. Las mujeres desempeñan un papel desproporcionado en la
respuesta al virus, incluso como trabajadoras sanitarias en primera línea y como
cuidadoras en el hogar. El trabajo de cuidados no remunerado de las mujeres ha
aumentado de manera significativa como consecuencia del cierre de las escuelas y el
aumento de las necesidades de los ancianos. Las mujeres también se ven más
afectadas por los efectos económicos de la COVID-19, ya que trabajan, de manera
desproporcionada, en mercados laborales inseguros. Cerca del 60 % de las mujeres
trabaja en la economía informal, lo que las expone aún más a caer en la pobreza.
La pandemia también ha conducido a un fuerte aumento de la violencia contra
las mujeres y las niñas. Con las medidas de confinamiento en vigor, muchas mujeres
se encuentran atrapadas en casa con sus abusadores, con dificultades para acceder a
servicios que están padeciendo recortes y restricciones. Los nuevos datos muestran
que, desde el brote de la pandemia, la violencia contra las mujeres y las niñas (y,
especialmente, la violencia doméstica) se ha intensificado.
A nivel mundial, 750 millones de mujeres y niñas se casaron antes de los 18 años
y al menos 200 millones de mujeres y niñas en 30 países se sometieron a la
mutilación genital femenina (MGF). En 18 países, los esposos pueden impedir
legalmente que sus esposas trabajen; en 39 países, las hijas y los hijos no tienen los
mismos derechos de herencia; y en 49 países no existen leyes que protejan a las
mujeres de la violencia doméstica.
Si bien en cierto que las mujeres han logrado importantes avances en la toma de
cargos políticos en todo el mundo, su representación en los parlamentos nacionales
de 23,7% aún está lejos de la paridad.
Solo el 52% de las mujeres casadas o en una unión, toman libremente sus
propias decisiones sobre relaciones sexuales, uso de anticonceptivos y atención
médica.
Más de 100 países han tomado medidas para hacer seguimiento de las
asignaciones presupuestarias para la igualdad de género.
Las mujeres en el norte de África acceden a menos de uno de cada cinco empleos
remunerados en el sector no agrícola. La proporción de mujeres en empleos
remunerados fuera del sector agrícola ha aumentado del 35% en 1990 al 41% en
2015.
En 46 países, las mujeres ahora ocupan más del 30% de los escaños en el
parlamento nacional en al menos una cámara.
En Asia Meridional, el riesgo de una niña de casarse en la infancia ha disminuido
en más del 40% desde 2000.
Las tasas de niñas entre 15 y 19 años sometidas a mutilación genital femenina en los
30 países donde se concentra la práctica han bajado de una de cada dos niñas a una
de cada tres (es decir, de 50 a un 30 por ciento) desde 2000 hasta 2017.
ODS 7- Energía asequible y no contaminante
La energía se está volviendo más sostenible y ampliamente disponible. El acceso
a la electricidad en los países más pobres ha comenzado a acelerarse, la eficiencia
energética continúa mejorando y la energía renovable está logrando resultados
excelentes en el sector eléctrico. A pesar de ello, es necesario prestar una mayor
atención a las mejoras para el acceso a combustibles de cocina limpios y seguros, y a
tecnologías para 3000 millones de personas, para expandir el uso de la energía
renovable más allá del sector eléctrico e incrementar la electrificación en el África
subsahariana.
El informe de progreso en materia de energía proporciona un registro mundial
del progreso relativo al acceso a la energía, la eficiencia energética y la energía
renovable. Evalúa el progreso conseguido por cada país en estos tres pilares y ofrece
una panorámica del camino que nos queda por recorrer para conseguir las metas de
los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
Autora: Lucía Lavu Vargas